Estamos situados ente el espacio y entre las formas de tres dimensiones. Este es un hecho tan natural que pocas veces se nos obliga a reflexionar sobre como percibimos el volumen y las distancias, el vació...
Existen muchas técnicas que aunque poco a poco comienzan a quedar obsoletas debido a la introducción de distintos programas computacionales, aún son valoradas como potentes herramientas de comunicación visual.
Algo es tridimensional si tiene tres dimensiones; por ejemplo, ancho, largo y profundidad. El espacio a nuestro alrededor es tridimensional a simple vista, pero en realidad hay más dimensiones, así que también puede ser considerado (el espacio donde nos movemos) un espacio tetra-dimensional si incluimos el tiempo como otra dimensión.
La realidad tiene tres dimensiones, alto, ancho y profundo, pero un plano o hoja de papel sólo dos, lo alto y lo ancho. Este es el principal problema de todo arquitecto: ¿ cómo conseguir dar la ilusión de profundidad en un gráfico?. La respuesta es mediante el engaño a nuestro sentido de la vista. Nuestros ojos no son infalibles, más bien es fácil distraerlos y hacerles ver efectos engañosos.
La perspectiva o tridimensionalidad, que también tiene que ver con la corporeidad y la volumetría es por tanto un fraude a nuestros sentidos, es una apariencia falsa, pero nosotros caemos en la trampa y nuestra vista resulta burlada.
En arquitectura, la representación tridimensional se realiza por medio de la perspectiva, misma que funciona por medio del método geométrico o mano alzada que representa e ilustra un plano, proyectando su volumetría a escala en todo los elementos, evitando la deformación.
Los tipos de perspectivas que se emplean en el modelo arquitectónico son tres:
- a un punto de fuga,
- a dos puntos de fuga, y
- a tres puntos de fuga.
Siendo la mas común la representación a dos puntos de fuga, por ser el modelo mas realista del ojo humano. a continuación la técnica de representación:
Material de apoyo: